lunes, 3 de diciembre de 2012

Amistades peligrosas

Se apretó contra aquella nueva amiga, protectora de todo, que la acunaba hasta adormecerla. Notaba sus caricias tranquilizadoras y como su esencia la iba envolviendo poco a poco, metiendose en cada recuerdo y apropiandose de él. Pensó que nadie la entendería nunca mejor que ella, que tenía un tacto y una visión especiales para situaciones como las que ella estaba viviendo y que por eso la necesitaba tanto. Era como una manta suave que la tranquilizaba y hacía que a través de ella no pasase más luz que la de luna, para que nada pudiese hacerla daño. Pero era egoísta y posesiva, las leyendas más antiguas contaban que una vez que lograba tener a alguien cautivo era imposible que le soltase. Caprichosa y juguetona a veces la dejaba sola cuando más la necesitaba y otras veces aparecía sin avisarla. A veces temia perderse dentro de ella si la dejaba dar un paso más y otras veces no había lugar donde más en paz se sentía. Ella prefería no pensar ni sentir, y su amiga lo hacía todo por ella. Neblando los recuerdos más temibles y escondiendo los miedos que la aterraban con solo mirarlos. Haciendo que todo quedase en un stand by indefinidohasta que ella quisiera seguir con la película que había resultado ser su vida.
No sabía nada de ella, pero no le importaba. Tan solo una vez, mirándola a los ojos fijamente pudo entrever su nombre: Oscuridad.

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