martes, 24 de marzo de 2015

Cold.

- «Sí, soy un humano. Pero... tú también eres humana».
-  «Ya basta. Soy un lobo. ¡¿Me oyes?!».


No todo se ha acabado. Aún queda mucho por vivir, mucho por sentir. Y aunque a veces esta esperanza nos aterra, es lo único por lo que acabamos luchando. La fina línea que marca la diferencia entre vivir y sobrevivir.
Es el momento de sacar toda tu fuerza, de luchar con garras y dientes. Por el mundo en el que quieres vivir, por la vida que quieres tener. Por ti.
A veces solo hace falta creer que podemos. Que somos más fuertes de lo que nunca llegaremos a ser. Que somos lobos.
Invencibles. Indestructibles. Aunque sólo sea por un día. O por una noche tal vez.
Y aunque todo parezca ir en contra, tú serás más rápida y más fuerte que la marea que pretende arrastrarte y llevarte a lo más profundo. Y si alguna vez te ves realmente amenazada, ni siquiera deberás gritar. Yo estaré ahí, para agarrarte de la mano y tirar de ti hacia arriba.
Porque si los sueños te atrapan y nublan de tinieblas tus noches, tendremos que iluminar tus días para que poco a poco la luz vaya destapando toda la oscuridad.
Si las dudas te asfixian, tendremos que buscar todas las respuestas posibles, aunque nunca lleguemos a decidirnos por ninguna.
Y si la imaginación amenaza con llevarte a lugares irreales de los que cada vez te cuesta más salir, tendremos que hacer de tu realidad un lugar de donde no quieras marcharte.
Porque sabes que estaré a tu lado hasta que puedas soltarte de mi mano. Que hay ciertos caminos que nunca hemos sabido recorrer solas y esa es la única belleza que reside en este tipo de dolor.
Porque creo que por muchas cosas que pasen, nunca sería capaz de perderte del todo. Sigues siendo el espejo en el que un día me reconocí después de mucho. La única persona que comprende mis palabras antes incluso de ser pronunciadas. Porque solo hay una forma de definirte, y es poniendo nuestra palabra al final de cada una de mis frases.
Sabes que entiendo. Y creo firmemente que ese es el mayor regalo que puedo hacerte en estas situaciones. Tú y yo nunca nos hemos entendido como el resto del mundo. Es algo que va más allá de las palabras, puede que sea una comprensión de alma a alma, o de mente a mente. Una comprensión que nadie más sabrá nunca lo que puede llegar a ser. Pueda que resida en esa conexión de mentes de la que presumíamos hace años. No lo sé, tampoco me importa.
Solo quería recordarte que estoy aquí. Como siempre.
Y que vas salir de donde quiera que estés, aunque nadie pueda imaginar lo oscuro o profundo que pueda ser ese lugar.
Porque yo te daré mi fuerza y juntas, seremos lobos.

2 comentarios:

  1. Siempre he pensado que si fuese un animal sería un lobo, ni siquiera te puedo decir el motivo exacto de por qué lo tengo tan claro, quizá es porque si fuese un lobo sería mucho más libre de lo que soy ahora.

    No tengo palabras para lo que has escrito. Porque en cierto modo estos días han pasado cosas que no me esperaba y esta, gracias a dios, aunque tampoco la esperaba, la necesitaba. Da gusto que te den sorpresas así.
    Siempre me he sentido un poco perdida, pensando que acostumbraba a darle tantas vueltas a las cosas que un dia me volvería loca, que la mayoría de las veces era yo quién mas daño se hacía recordando lo que había sucedido y lo que no. Porque me encantan pensar en las posibilidades, me encanta imaginar con otra realidad diferente y sí, yo también tengo miedo de abandonar la única realidad verdadera y quedarme anclada en mis ilusiones. Y aunque esto nunca ocurra, siempre necesitaré creer que podríamos haber sido algo más, aunque sólo exista para mí.

    Es extraño, doloroso y hermoso a partes iguales que precisamente cuanto más solas nos sentimos en cuanto más cercanas estamos, de alguna manera hemos sabido estar ahí precisamente cuando más hace falta, en los momentos en los que los demás intentan algo que sólo nosotras podemos conseguir.
    Tengo claro que el lugar que ocupas en mi vida es único, que todo lo que me aportas no me lo puede aportar nadie más, porque tú me haces muy fuerte, me haces valiente, me haces real en muchas ocasiones, me dices todo aquello que no soy capaz de ver porque no quiero verlo, me dices lo que sería capaz de sentir por alguien a quién tú nisiquiera conoces. Y supongo que ahí reside la magia de todo esto. De toda la escarcha que dejamos atrás, de todas la veces que nos perdimos, de todas aquellas que aún sabiendo que sería difícil, nunca tuvimos el valor de rendirnos. ¿Sabes? ni siquiera ahora tengo valor para rendirme, ni para decir que quiero envolverme en mí misma y alzarme tan alto para que nada ni nadie pueda alcanzarme. Y podría hacerlo, pero no quiero. Porque entonces me negaría la posibilidad de encontrar otra manera de ser feliz con otra persona que seguramente sí se lo merezca, y estos últimos años, he tendido a pensar más en mí y menos en el que será.

    Sólo puedo darte las gracias, porque sabía que siempre compartirías este camino lleno de sombras conmigo. Que me alentarías en los momentos más difíciles, que estarías a mi lado aunque yo no consiguiese verte. Pero con el paso del tiempo te das cuenta de que aunque otras personas quieran acompañarte en este viaje sólo una puede seguirme el ritmo de verdad, sólo una persona puede saber exactamente cómo me siento y hasta qué punto estoy capaz de volver a romperme con tal de volver a sentirle. Porque nadie conoce mejor mis propias contradicciones que tú. Siempre nos entendimos muy bien Cold.

    Gracias por todo, por lo de ahora, por lo de hace mucho tiempo y por todas esas veces que se que vas a estar ahí, que aunque piense que esto es el final de una batalla tú sabes que no ha hecho más que empezar.

    Te quiero mucho mucho Cold, tu ya lo sabes :)

    ResponderEliminar
  2. Gracias por este texto, lo necesitaba justo hoy, justo ahora.

    Un beso

    ResponderEliminar