sábado, 21 de diciembre de 2013

Taller de restauración

Por fin empezaba a comprenderlo todo. Toda su historia empezó a encajar de principio a fin, recomponiéndose en un complicado puzle de tantas piezas que era imposible contarlas, y todas ellas indispensables. La más mínima pieza perdida hubiese ocasionado una locura total.
Había tantas preguntas sin respuesta, tantos recuerdos a medio borrar, que en algunas ocasiones parecía imposible encontrar el lugar exacto para que alguna de las piezas, rotas y resquebrajadas, se ajustasen sin causar ningún daño a las demás.
Pero poco a poco fue encontrando lugar para todas ellas, poniendo en un lugar especial aquellas que guardaba con cariño, y lo más lejos posible a esas que no le proporcionaban nada en su vida actual. Dando una capa de pintura y pegamento a un gran número de ellas, y poniendo una capa de barniz en todo el puzle para protegerlo de futuros rasguños, dio por terminada su obra.
No era perfecta. No, ni mucho menos. Hay quien diría que su belleza radicaba precisamente en esta razón, y otros que ni siquiera se acercarían a contemplarla. Para algunos sería algo tan sumamente complicado que ni siquiera se molestarían en comprenderlo, para otros sin embargo con una primera mirada lo verían todo claro. No, claro que no era perfecta, pero tampoco quería que lo fuese. Lo único importante es que era suya, totalmente suya.
Y entonces despertó.
Y el corazón se le encogió al compás del parpadeo de sus ojos, hasta quedar reducido a un simple latido indoloro.

5 comentarios:

  1. Todas las piezas del puzzle encajan, sobre todo al despertar. Pero muchas veces olvidamos que todo lo que hacemos y decimos puede ser ésa última que da sentido a un puzzle que no es el nuestro...
    Me quedo por aquí, entre tus textos...

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  2. No necesitamos que algo sea perfecto para considerarlo como tal. Estamos hechos de piezas , como si fuésemos un puzzle, sólo que nuestras piezas son trocitos de todas partes que muchas veces tratan de desencajar con lo que ya teníamos planeado, y nos hacen sentir personas diferentes y extrañas, como si no supiésemos quienes somos y de que estamos hechos en realidad. Siempre lo he pensado y creo que en mi vida siempre has sido esa pieza que me ayudaba a comprender las demás partes de mi misma, aquellas a las que renuncie, aquello por lo que nunca luche...y cuesta ver como tu intentas hacer lo mismo contigo misma. Pero se la clase de persona que se encuentra detrás de todo ese engranaje, se de qué eres capaz y de lo que vas a ser capaz a partir de ahora. Por eso, un día te levantarás y te darás cuenta de que ya no necesitarás los sueños para crear realidades paralelas. Todo eso, empezará a construirse. Sólo tienes que creerlo mi Cold, porque ¿sabes? Yo siempre he creído en ti.
    Te quiero y mucho :)

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  3. Me gustas..

    ¿Sabes..? Cuanto más nos esforzamos por hacer encajar esa pieza inútil, que se resiste, olvidamos las piezas de los bordes.. y son las que realmente componen el marco. Ojalá un día conozcas algún crucigrama que, de poco en poco, sea capaz de rellenar tu vida (:

    ..y me vuelves a gustar. Me quedo por aquí.

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  4. Cada vez que se destroza un puzzle, tenemos que darnos tiempo para volver a reconstruirlo, y es posible que no quede como antes, pero cada vez tardaremos menos en hacerlo, porque ya sabemos qué errores no debemos volver a cometer.

    Un beso, y feliz noche!

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