martes, 7 de abril de 2015

La probabilidad del destino incambiable

Quizá en otro mundo. O en otra vida.
Porque aunque no dejo de pensarte todos los días, no cambia nada.
Quizá otro lugar. Quizá otro tiempo. 
Que nos hubiese permitido conocernos como deberíamos haberlo hecho, que nos hubiese dado la oportunidad que al menos tú merecías.
Quizá otra causalidad. Quizá otra persona.
Y hubiésemos sido felices. A nuestra manera, a la tuya. Todos los días que me lo hubieses permitido.
Quizá otro yo. 
Sin miedos, con las cosas claras. Con más perspectiva de futuro y más valentía.
Quizá... Quizá no hagan falta tantos quizá para saber que nada hubiera cambiado, que el pasado no puede retornar, y que tú y yo nunca podremos estar juntos. Por mucho que duela.
En realidad eres el único "nosotros" que me gustaría escuchar últimamente. Y el único que nunca tendré.
Porque tengo la horrible sensación de que nadie podrá jamás llenar el vacío que tú me dejaste. Porque pretenderé encontrarte a ti a través de ellos. 
Porque siempre serás el dolor más bonito que jamás sentiré. Tan dolorosamente bello, que muchas veces preferiría quedarme contigo a ser feliz con alguien. 
Porque la única verdad que parece acompañarme a todas horas es la de que nunca podré olvidarte. 
Porque si los quizá se hubieran convertido en realidad, hubiese podido quererte como a nadie.
Ahora ya nunca lo sabremos.
Ahora solo eres un quizá que ya nunca sucederá.

5 comentarios:

  1. Que entrada tan especial, que dolor y que belleza. Todo en un mismo escrito.
    Cuando sentimos tanto por alguien le dejamos que permanezca dentro de nosotros ocupando un gran espacio, muy grande, demasiado grande, debería estar prohibido querer tanto a alguien. Y cuando se marchan, abandonando el ese espacio, se llena de un vacío que nos pesa, que nos ahoga, que nos atrapa, que intenta ser él pero no es nadie, es solo la nostalgia, la pena, la melancolía, las lágrimas, el dolor: porque el vacío también le echa de menos, tanto como le echas de menos tú.

    Se que aún te quedan muchas sensaciones, que a pesar de todo el tiempo que pueda pasar siempre estará ahí ese vacío que no se puede llenar con nada, que tú no puedes llenar con nadie. Y puede que nunca nadie lo llene, y no tiene porque hacerlo. Otro alguien vendrá y ocupará otro lugar dentro de tí, entonces aunque el vacío no desaparezca no pesará tanto, porque habrá otras ganas, otra ilusión, otros sentimientos que te importen más que la ausencia que él te dejó. De eso estoy completamente segura, lo sé de verdad, lo sé porque yo también creo que me he empeñado en alguien, que aunque tenga la certeza de que sería un amor de los que consumen, sólo me consumiría a mí. Y un amor así, como el que buscamos, nos tiene que consumir a las dos partes por igual, porque sino algún día, o nosotras o ellos, nos iremos, para no volver.

    Es tan bonito leerte Cold y tan bonito encerrarme en tus palabras, que podría quedarme aquí y no salir nunca. Y sería feliz y todo iría bien, y me sentiría segura. Y me bastaría, sin lugar a duda.

    No todo el mundo es capaz de ver belleza en el dolor. Pero el dolor es la confirmación de que todo puede pasar, de que todo puede cambiar, de que todo puede volver a empezar. Porque, si no sintieses nada, entonces te habrías rendido. Y tú no eres de las que se rinden.

    El sucedió Cold, sucedió aunque no de la manera que esperabas. Y te entiendo, entiendo ese quizás y a mi también me duele ver como lo tienes clavado. Pero el "quizás" un día dejará de ser importante, será, pero no importante.


    Te quiero mucho Cold :) mucho.

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  2. ..o quizá no es que no fuera el momento, sino, que no fuera él. Ahora piensa cuantos quisieran ser él y no tienen la oportunidad.

    Muá, pero sin un 'quizás'.

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  3. Hola; me suena mucho a un poema de Charles Baudelaire que se llama "A una transeúnte". Habla de dos desconocidos que coinciden en un mismo tiempo y en un mismo espacio. El encuentro no llega pero queda la probabilidad. Muy buen texto. Saludos. Pablo.

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  4. Y no lo olvidarás seguramente nunca, porque ya es parte de ti. Y ¡ojo! no es malo (si no duele). A fin de cuentas, esa persona también te ha hecho feliz, aunque no fuese el momento, o quizá, como dice Salem, tampoco fuese él.

    Además... no merece la pena preguntarse por los posibles quizás, o los "y si...", sino reflexionar sobre lo que hubo, y lo que no, para no volver a tropezar otra vez con lo mismo. Y dejarlo ir, porque a veces pensar demasiado, o recordar, es malo para la salud...

    Besos

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  5. Quizá las casualidades existan y quizá sólo necesitemos un primer contacto con algo para no desaparecer nunca de él. Algo así me ha pasado a mí ahora. Un placer ver y saber que hay gente orgullosa de ser una gota en el océano, a drop in the ocean.. Aquí me tienes.

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